Una “Perla” con historia

Tradicional como pocos comercios de la ciudad, la “Confitería y Bar La Perla” cuenta con una historia digna de ser recordada de tanto en tanto, no solamente por su trayectoria sino también por el prestigio adquirido y mantenido durante 100 años de actividad en los rubros que abarca.

Los orígenes del establecimiento se remontan al año 1920, fecha en que fue inaugurado por su primer propietario, el señor Miguel Mogilevsky, padre de la conocida actriz María Duval.

En aquellos primeros años, “La Perla” estaba instalada en un local situado en calle Colón 284 donde permanecería hasta mediados de los años 40. Mogilevsky no estuvo mucho tiempo en la ciudad y antes de marcharse le vendió el comercio al señor Pedro Barceló quien se mantuvo al frente del mismo hasta el año 1932, momento en el cual se hizo cargo el señor Serafín Gilabert. Esta nueva venta llevaba implícita una condición, el flamante propietario debía encarar la construcción de un nuevo edificio para instalar la confitería y bar.

En 1937, más precisamente en diciembre de dicho año, Francisco Damián Arévalo Soliveres ingresaba a la empresa como cadete y, en lo que constituye un ejemplo de lucha digno de imitar, años más tarde se convertiría en el único propietario de la firma, de la que luego se hicieron cargo sus descendientes.

En 1944, La Perla, tal como estaba previsto en lo acuerdos realizados en la venta efectuada 22 años antes, se trasladaba a un edificio casi contiguo al que había ocupado hasta ese momento. El nuevo local estaba ubicado en Colón 240, terreno donde había funcionado Panadería Rivolta, la más antigua de Tres Arroyos. Junto con el cambio de casa se incorporó como socio de Gilabert en la empresa, el señor Emilio Villanueva.

Mientras estos cambios se producían, el cadete Arévalo fue ascendiendo dentro del comercio. Primero se dedicó a tareas artesanales y luego ingresó en el área administrativa. En 1950, adquirió el 30 % del capital accionario y se transformó en un nuevo integrante de la sociedad que manejaba la confitería y bar. Tiempo después, el nuevo socio pasaría a ocupar la gerencia del comercio. Hasta que en 1966 pasó a ser el único propietario de la firma, aunque no del local.

En 1970, adquirió un amplio terreno situado en Moreno 171, el cual había pertenecido al ex Mercado Alsina y construyó el actual edificio de Confitería y Bar “La Perla”, inaugurado en al año 1976. El edificio de 1500 m², con un diseño de muy buen gusto, estaba rodeado de un fantástico jardín proyectado por el Ing. Inomata, diseñador del Jardín Japonés en Buenos Aires.

El 22 de noviembre de 1989, tras el fallecimiento de su padre, se hace cargo de la Confitería el Sr. Damián Arévalo (h), quien continúa con la Confitería, la Cafetería y Bar y el Salón de Fiestas.

El 1 de mayo de 2017, la firma es adquirida por los señores Juan José Etcheto, Roberto Balda y sus esposas, Ruth Kisbye y Sandra Lo Presti, quienes actualmente continúan con este emprendimiento.

Los nuevos propietarios ahora están abocados a brindarle a sus clientes la misma calidad de siempre y a mantener este edificio emblemático para los tresarroyenses.